Olimpiadas a la carta

Muchos de vosotros ya lo habréis visto, la cobertura que este año está haciendo Televisión Española de las Olimpiadas no tiene precedentes. Y no nos referimos a los canales tradicionales de televisión, sino a la web de RTVE, a la televisión del futuro.

Alejandro Vega, subdirector de RTVE a la carta, durante la última edición de FICOD dijo que este despliegue era «la gran apuesta» de Televisión Española: llevan años preparándolo. Han querido ofrecer tantos contenidos como les fuera posible, no sólo las grandes competiciones que se televisan habitualmente, sino partidos clasificatorios, deportes con menos seguimiento, etc.

Hasta catorce emisiones simultáneas en directo, más cientos de competiciones grabadas -para que el usuario pueda verlas cuando desee-, dan cuenta del enorme avance que supone esta iniciativa. El usuario puede crear su propia lista de reproducción y ver lo que quiera, cuando quiera.

Veréis que muchas competiciones no están comentadas. Os vamos a explicar el motivo. Los Juegos Olímpicos están grabados por un único equipo de televisión, que vende esas imágenes a las televisiones de todo el mundo (imaginaos qué caos supondría tener en la pista a un equipo de cada televisión: habría miles de personas, los deportistas no podrían ni moverse). Así que a Televisión Española -que compra esos derechos de emisión- le llegan imágenes de todas las competiciones que se están celebrando en ese momento (lo que en la jerga se llama «señal pool»). Y Televisión Española selecciona cuáles quiere emitir y cuáles no. Normalmente, televisa las competiciones en las que participan españoles, o las finales, o los deportes con mayor seguimiento.

En esta ocasión, Televisión Española ha decidido utilizar la tecnología (Internet, Smart TV…) para emitir todos esos juegos que antes era imposible ver, pero claro, ellos emiten esa «señal pool», que viene sin comentarios. Comentar todos los contenidos ya supondría un despliegue mucho mayor.

La apuesta es muy ambiciosa y hay que reconocerlo, pero también es mejorable. En primer lugar, la navegación no es todo lo fluida que debería, la catalogación de los contenidos no es muy intuitiva, el reproductor no permite elegir la resolución de los vídeos y además nos tememos que los vídeos desaparezcan poco tiempo después de finalizar las Olimpiadas, como sucede con otros contenidos a la carta de RTVE.

En cualquier caso, tenemos que ser conscientes de que estamos al principio de una nueva era. En FICOD le preguntamos a Alejandro Vega que cuándo iban a dar el gran salto y a sustituir todos los sistemas tradicionales por estos nuevos. Él dijo que a la televisión tradicional aún le quedan muchos años por delante. Nosotros lo dudamos.

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