Humildes neo-greguerías
1) El vuelo de la gaviota le pone ceño al cielo marino.
2) El pobre pavo, desde que nace hasta que muere, está siempre en la edad del pavo.
3) Hay dos Marco Polos en la geografía de la Historia: Marco Polo del Norte y Marco Polo del Sur.
4) De virtud estomacal, el cilántropo es el altruista benefactor de sus congéneres, las especias.
5) Las extrovertidas orejas de los Claudios les ponen la cabeza entre paréntesis, cuestionándoles republicanamente la institución imperial.
6) ¿Por qué se dirá «espectro solar» si los espectros sólo se aparecen de noche?
7) Un niño tan gordo que, en lugar de disfrutar de la infancia, padeció de elefancia.
8) Un pájaro tan literato que lucía plumas Mont Blanc.
9) El polen primaveral es la caspa de los álamos.
10) Circunflejo: El Sherlock Holmes de los acentos.
11) Con tantos matrimonios a cuestas, Saturno parece un artista de Hollywood.
12) El pobre coche que se ha quedado sin batería encierra una hiena que se ríe del conductor cuando intenta ponerlo en marcha.
13) La margarita es un huevo frito con pétalos.
14) La margarita es el referéndum amoroso de las flores.
15) La nuez es el cerebro de los frutos secos.
16) En el mar ártico del gin tonic flotan los icebergs.
17) Autopista: Juicio Final en horas punta; se dirigen a la Gloria las aureolas y van las llamas al Infierno.
18) El acento circunflejo es el enfado de las vocales.
19) Con eso del acento circunflejo, la lengua francesa es el idioma más enfurruñado que conozco.
20) Acento circunflejo: el acento de la franc-masonería.
21) Filo de luna creciente: la sonrisa de los negros.
22) Saturno representa la poligamia en el Sistema Solar.
23) Saturno, barba azul de los planetas.
24) Tormenta de verano: festival de baile flamenco. Carmen Amaya baja del cielo: repiqueteo de castañuelas e intensísimo zapateado.
25) Pizzicato de la lluvia en primavera.
26) Mi cabello es un álbum gordo de fotos antiguas: en blanco y negro.
27) Cabello entrecano: de noche, sobre la cabeza del durmiente un travieso trasgo derramó la sal y la pimienta de la cocina.
28) Encruquijada: Directo a la mandíbula. Crujido de quijadas.
29) César lleva sandalias porque es julio.
30) – ¿Y cuándo es augosto?
-Entonces las lleva Augusto.
31) Julio, augusto, septiembre, sí, pero también… Julio, Augusto, Tiberio… Allí hay algo que no cuadra: o septiembre es el impostor de los meses o nos han manipulado la Historia. Yo, como abogadillo de pobres que soy, a partir de ahora, diré el mes de tiberio y nunca más el mes de septiembre. Para compensar y que no se ofenda nadie, diré también que Septembrus heredó el Imperio de Augosto.
32) No me toques el culo, que me despeinas.
33) Ese petimetre, tan atildadito, que en el culo se hacía raya en medio.
34) Peliculero: ni John Ford ni Ingmar Bergman; es el que tiene muchos pelos en el culo.
35) Osos: El oso pardo, o europeo; el grizzly, o americano; el blanco, o … ¡pollar!… ¡Caramba, que no habrá de ostentar el pollo para ostentar ese adjetivo!
Te lo digo cantando
Un tipo vestido de romano, de pies a cabeza, con su pilum y todo; otro disfrazado de soldado nazi; alguien que representa a Galileo en sus tribulaciones, a Newton bajo el árbol, a Tesla electrificado. Un mafioso durante la ley seca…
Últimamente, se han puesto de moda los documentales que lo «reconstruyen» todo: barcos, estatuas, edificios, trincheras, lo que sea. Documentales basados en un extenso elenco de actores y en efectos especiales, que recrean situaciones históricas (con mayor o menor fortuna) y que hacen más difusa aún la frontera entre la ficción y la no ficción.
El documental, ese género informativo
¿Qué es lo más importante en un documental? ¿Que nos divierta? ¿O que nos informe?
Para la diversión pura, para el entretenimiento, podría decirse que ya existen otros géneros audiovisuales: desde la «peli de tiros», hasta el musical, pasando por todos esos programitas narcóticos que nadie ve y que todos conocemos. Pero el documental es otra cosa, ¿no?
El documental es ante todo un género informativo, y esta invasión de peliculitas autodenominadas «documentales» no hace sino desvirtuarlo. Su territorio no es el del attrezzo y la tramoya, sino el de la entrevista en la calle. Sus protagonistas no aprenden guiones de memoria, sino que aportan un punto de vista personal, informado, relevante, sobre un hecho que merece ser contado. Y si hay que elegir la foto fea, se elige la foto fea.
Hacer evolucionar el documental por un territorio que no le es propio (sino que corresponde a empresas de casting, a grandes estudios, etc) es un modo de despojar al ciudadano -otra vez más- de la palabra y del conocimiento. Los canales que sólo emiten esa clase de documentales, lejos de informar, están desinformando a la población, apoltronándola, ofreciéndole un señuelo, una versión conveniente de la Historia, y lo que es peor, le están inculcando la idea de que «ver es comprender».
La revancha
Pero, como sucede en la guerra de guerrillas, cuando el Imperio toma una plaza, la Resistencia toma un fortín, y así es como el documental (la «no ficción»), en su revancha, se ha colado en los lugares menos esperados: las series.
Las series de televisión, todos lo sabemos, por lo general son hiperbólicas, lo exageran todo. Pero en esa exageración, a menudo reside la verdad de las cosas. Como con Aaron Sorkin.
Él es un cineasta estadounidense, famoso por haber escrito el guión de «Algunos hombres buenos», adaptado el de «La red social» y sobre todo, por haber creado la serie titulada «El ala oeste de la Casa Blanca». Su último trabajo se llama «Newsroom». Ambientada en la redacción de informativos de una importante cadena de televisión, la serie explora el mundo de los medios de comunicación de masas. En su desarrollo -crítico, ácido, pero bienintencionado- «Newsroom» ofrece pautas para los periodistas del siglo XXI, tan marcados por la tecnología y tan condicionados por el capitalismo. Sus personajes -como no podría ser de otra manera- son defensores a ultranza de la libertad de información y de la democracia.
Informar
Lo sabemos bien: los informativos de las grandes televisiones apenas informan. Son tantos los intereses creados, tantas las presiones, tan escaso el margen de maniobra y tan dura la resistencia, que los periodistas acaban por apoltronarse y seguir el juego a políticos y poderosos. La independencia es un mito, la objetividad, otro, y rellenar la escaleta se convierte en el único objetivo de unos profesionales que bien podrían -si se lo permitieran- ayudar a la población a comprender por qué sucede lo que sucede. Para eso, haría falta poner en contexto las noticias y que los informativos dejaran de ser esos capciosos desmemoriados que son, pero no vamos a hilar tan fino.
Lo curioso del caso es que Sorkin, desde una serie de televisión massmediática, desde la ficción, consigue contextualizar lo que está sucediendo hoy en el mundo mejor que cualquier informativo que se emita hoy en el mundo (y mejor que muchos documentales). Habla de Egipto y del ascenso de la democracia. Habla del Tea Party y del fundamentalismo descerebrado. Habla de Fukushima y del oscurantismo que envuelve a la energía nuclear. De la gran estafa global, del «techo de deuda»… Y habla de todo ello desde la razón, desde el sentido común, con contundencia.
Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres (Juan 8:32)
Y al final, ganamos. Los que queremos que el periodismo sea libre, ganamos. Los que aborrecemos la media verdad torticera, ganamos. Los que defendemos el derecho del ciudadano a estar informado, ganamos. Y los que amamos la verdad desnuda, ganamos.
Porque sí, nuestros enemigos (quienes se oponen a todo ello) habrán tomado los informativos, es verdad, son suyos. Habrán tomado los canales de documentales, cierto, casi todos. Habrán encarcelado a colaboradores de Wikileaks, sí. Habrán establecido un sistema de espionaje mundial, qué duda cabe. Pero al final, por poderosos que sean, por mucho que quieran ocultar la verdad, nosotros ganamos. Porque, cuando tengo razón, te lo digo a las claras. Y si no puedo, te lo digo cantando.
Haikus
1) Haiku de los monagrillos
Elevación de la luna llena
en la eucaristía nocturna y estival.
Los monagrillos agitan sus campanillas.
2) Haiku de España
En el ascua estival de la inmensa plaza
el negro toro del rubio sol de España
a las doce en punto muge cada mañana.
3) Haikus de la prohibición
3 a.
El hondo torero de Vizcaya, don Miguel de Unamuno,
llora su destierro, sobre la punta del acantilado.
«No veo la Monumental de Barcelona»
3 b.
A este lado de la raya del Ebro
el poderoso toro Osborne, abolido en el otro lado,
se da al coñac.
Estrambote: ¿Cómo reprochárselo?
Cuchufletas
Presentación
Dice mi madre de Ramón (Gómez de la Serna) que es «muy salao«. Y creo yo que lleva más razón que un santo.
Las siguientes cuchufletas y «humildes neo-greguerías» (el nombre lo dice todo), así como los haikus, querrían ser un modesto homenaje al truculento, originalísimo, inclasificable, sorprendente siempre, prestidigitador de la lengua, mistificador ingenuo, españolísimo, soberbio escritor y tío salao, el entrañable Ramón (Gómez de la Serna).
Cuchufletas
1. Lo único que me gusta del ministro Wert es precisamente lo que le falta: el «Soutullo».
2. Bipolaridad: Quien no tenga algo de bipolar, que tire la primera piedra. ¡A ver si no! En todos nosotros existe un polo norte y un polo sur, algo achatados, a menos que no creamos aún, obviando a Cristóbal Colón, que la Tierra sea plana.
Hay casos extremos: los esquimales y los lapones son los seres más melancólicos que conozco, lectores obsesivos de Novalis. Menos mal que nadie habita el Polo Sur, que serían esos nativos lo más belicoso, bullicioso, ruidoso e insufrible del planeta, con peligro evidente y permanente para la paz del orbe.
3. ¿Qué prefieres para cenar, rico mío? ¿Caldo de Baracaldo o empanadillas de Móstoles?
4. Violencia de género: Es la que practican los ingleses cuando hablan español: que si «un situación peligroso», que si «Rosaria es una bella ejemplar de mujer», etc. También existe la «violencia de número». Ésta la practican no sólo los ingleses, sino también los compatriotas andaluces cuando hablan. Por ejemplo: «Ehto niño son mu malo».
5. Femenino de «Sol»: El femenino de «sol» es «sal». Por este motivo, en España, país solar por excelencia, tenemos tanto salero. «¿A cómo vendéis el kilo?», preguntan los gitanillos del puerto a las muchachas. «¿Pues de qué queréis que sea?… ¡De la sal que vais derramando!»
6. Él es ella y, sin embargo, no es ningún travesti. Al revés, ¡vaya mujer!… ¿De quién se trata? Pues de quién ha de ser… ¡De Elle Mac Pherson!
7. «Más vale maña que fuerza», se dijo y se casó con la de Calatayud.
8. El hecho diferencial: cuyo, cuya, cuyos, cuyas y collons (pronúnciese «cullons»)
9. Intercambio:
-Usted y yo tenemos que intercambiar ideas.
-No, que pierdo.
10. La cabra tira al monte. Sosiéguense, monteros, que tiene muy mala puntería.
11. Todo un récord histórico: Francisco Franco Bahamontes, maillot amaudillo de la Vuelta a España durante treinta y seis temporadas sin interrupción.
12. Dos chanzas de cabras (un chiste y una anécdota)
a. el chiste (que no es mío; lo cuenta mi madre)
-Sí, hombre, claro que le conozco a usted. Si usted se llama algo con «ón» o que acaba en «ón»…
– No, señora, «Cabrera», «Cabrera» nada más.
b. la anécdota
José Solís, apodado «la sonrisa del régimen (franquista)» y nativo de Cabra (provincia de Córdoba), ministro de Educación a la sazón, dijo aquello de «Menos latín y más deporte»; a lo cual replicó aquel catedrático (¿Adrados?): «Dé usted gracias al latín, señor ministro, de ser tan sólo egabrense».
13. El mundo es un pañuelo
Paseo por el campo con aquel hombre de campo. En un momento determinado, se tapona un orificio nasal y sopla con fuerza por el otro; le sale entonces de la nariz, a presión, un moco que va a estrellarse como un proyectil contra la tierra. «Sí, el mundo es un pañuelo», pienso yo.
14. El moco del pañuelo
Se dan tantas coincidencias y encuentros inesperados en este mundo, aparentemente tan vasto, pero a la postre tan pequeño, que aquello de que «el mundo es un pañuelo» está más que justificado. Pero no es la verdad pues no es toda la verdad y es que en efecto requiere de un estrambote, que, en su sabiduría y en su guasa, acuñó mi abuelo Miguel: «… más bien el moco del pañuelo».
15. Pareja lésbica
Paris y Helena
Tristán e Isolda
Lanzarote y Ginebra
Romeo y Julieta
Abelardo y Heloísa
Alsacia y Lorena… no sé… para mí que se trata de una pareja lésbica…
16. ¿De qué país son ésas?
Cubana voluptuosa … tailandesa sumisa… brasileña explosiva… lesbiana desprejuiciada… ¿Lesbiana?… ¿De qué país es ésa?
17. Alopecia: que el vino vicie, lo comprendo, pero ¡que la calvicie!
18. Apúntate siete:
tres en cada nalga
y una en el ojete.
19. Al concluir la corrida: Abandona el ruedo la última cuadrilla. Un borracho salta al redondel y, con su chaqueta, da unos naturales. Le grita un gracioso desde el tendido: «¡Arrímate!»
20. Bécquer: Quien sí que se arrimaba como ninguno era Gustavo Adolfo Bécquer, torero sevillano afincado en Madrid. Tanto es así que ha pasado a la Historia del toreo por sus arrimones, así como por sus «cuentos», según dicen sus detractores -¡a quienes Dios confunda!- o, como con mucha mayor justicia decimos sus partidarios -y somos legión-, por sus «leyendas» pues para nosotros esos sus arrimones serán siempre legendarios.
21. Alcalaínos/as: Si España no gana los maratones, no es porque no quiera, sino más bien por ignorancia de sus propias posibilidades, y es que los responsables de la Federación Española de Atletismo no saben de gentilicios, etimologías y lingüística en general. Si anduvieran más puestos en ello, irían por Alcalá (de Henares, de Guadaira, de los Gazules o del Júcar, ¡qué importa!), reclutando chicos y chicas alcalaínos, de esos que duran diez veces más. ¡Que se quiten keniatas, etíopes y moros, que por allí va corriendo un atleta Alcalaíno Power, a quien sólo se cambian las pilas una vez cada tres años, ¡como mucho!, y corren y corren y corren sin pararse nunca!
22. Todo el saber se condensaba en su cuerpo. Sus pechos eran enciclopédicos: el izquierdo contenía todo Platón y el derecho todo Aristóteles. ¿El existencialismo? El existencialismo le rebullía, desazonado, entre los muslos.
Próximamente, en DOKULT TV, haikus y neo-greguerías, por Mariano Aguirre.
Málaga y el documental
Aunque se trate de un festival relativamente joven (nace en 1998), el de Málaga es uno de los poquísimos que sirven para congregar en España a la industria internacional. Y eso es un valor.
Su nombre es «Festival de Málaga. Cine español», pero el tiempo, la menguante producción audiovisual española y los imperativos económicos, quizás obliguen a rebautizarlo como «Festival de Málaga. Cine en español». Y es que, efectivamente, Hispanoamérica está muy presente en Málaga, al menos durante los días del Festival.
Mercadoc
Una de las pruebas de que Málaga representa un hilo tendido a través del océano es la existencia de Mercadoc, un mercado de documentales donde se dan cita los Commissioning Editors (los que compran contenidos) de diversos canales de televisión, de diversos países. Directores de Chile, Perú, México, Argentina, Honduras, Guatemala, Bolivia, Ecuador, etc, viajan hasta España para presentar sus obras a un mercado que se quiere europeo, pero que no lo es tanto. Y no lo es tanto porque la producción audiovisual en español es mucha, y de gran calidad a menudo, pero no termina de entrar en los circuitos angloparlantes, si no es de la mano adecuada.
Con frecuencia, aquí descubren, esos directores, que quizás no sea tan importante estar presente en los círculos anglófilos -y que Málaga no es precisamente el foro idóneo para conseguirlo-, como establecer y reforzar vínculos entre países que comparten 500 millones de hispanohablantes. Málaga es (o debiera ser) un festival para hablar en español, para ver cine en español y para sentir que España y lo hispano es grande, que hay una identidad común, y que tenemos que apostar por esa identidad.
Bull Running in Pamplona
«Encierro» («Bull Running in Pamplona») es el título del documental que abrió la sección «Málaga Premiere» del año pasado (2012). Con más de 11.000 espectadores desde su estreno, el 28 de junio (de 2013), ya se ha convertido en el documental «español» más visto del año. Su temática, los sanfermines. Su característica, que está grabado en 3D y a lo largo de tres años. La sorpresa: su director, Olivier Van der Zee, es holandés.
La idea original del documental es de Enrique Urdánoz, quien también es su coproductor y director de fotografía, y el documental está participado por el Gobierno de Navarra, entre otros, pero, al parecer, los productores buscaban una mirada «extrañada» sobre el fenómeno de los encierros, una mirada extranjera, y por eso acudieron a Van der Zee.
Cabe pensar que quizás la mirada «extrañada» pudieran haberla encontrado en realizadores españoles. De hecho, para muchos españoles, los sanfermines son algo ajeno y relativamente desconocido. Pero el 3D, la España taurófila y un director holandés, facilitan que la película tenga recorrido internacional (no en vano Holanda es la cuna del festival de documentales más importante de Europa).