Revolución
Quinto y último capítulo de la primera temporada de «La venturosa señorita Milíbilis y el bueno de don Jaravito», una chorrada impresionante. Esta obra nos encumbrará y nos convertirá en personas millonarias, lo tenemos claro. Aunque de momento hemos de reconocer que, entre nuestra audiencia, hay división de opiniones: unos se cagan en nuestro padre y otros, en nuestra madre.
¡A la cama!
Cuarto capítulo de nuestro particular delirio, «La venturosa señorita Milíbilis y el bueno de don Jaravito», una chorrada impresionante.
En esta ocasión, la señorita Milíbilis envía a don Jaravito a la cama, a dormir, claro, que la serie es apta para menores.
Shakespeare
Tercer capítulo de nuestra mini-web-serie «La venturosa señorita Milíbilis y el bueno de don Jaravito», una chorrada impresionante.
«En el juego se ventilan otras cosas que van mucho más allá de ganar o perder».
«Julio Cortázar: Mundos y modos»
Gran estreno en Madrid
El próximo viernes 14 de febrero estrenamos en Beer Station Madrid, a las 19:00, “La venturosa señorita Milíbilis y el bueno de don Jaravito”, una chorrada impresionante.
Se trata de una mini-serie cómica concebida para su difusión gratuita a través de Internet (así que si no podéis ir al estreno, no pasa nada, la publicaremos más adelante). Se compone de varios capítulos breves y está protagonizada por estos dos personajes, la venturosa señorita Milíbilis y el bueno de don Jaravito, encarnación de la inocencia más absurda y herederos del mejor teatro de variedades. Os dejamos un pequeño adelanto…
La educación prohibida
Por lo general, el espíritu inicial de los proyectos se desvirtúa en su desarrollo: así somos. Por ejemplo, tenemos la Declaración Universal de Derechos Humanos. Es un listado de principios fundamentales, muy básico, muy sencillo, de sentido común. Dice que los humanos tenemos derecho a vivir (a que no nos maten), a no ser torturados, a pensar lo que queramos, a comunicarlo… Cosas básicas.
Sin embargo, esta Declaración, que muchos países suscribieron encantados, porque expresa ese «sentir general», ese «espíritu fraternal», etc., hoy se cumple más bien poco, en pocos lugares, y España no siempre está entre ellos (ver informe Amnistía Internacional 2012, pps 185 y ss.). Para que se cumpliera esa Declaración, no deberíamos alejarnos -como pueblo- de ese espíritu inicial que la hizo posible, ni al hacer las leyes, ni al ejecutarlas, ni al cumplir con ellas.
La educación
No deja de sorprender que en los últimos 40 años España haya modificado siete veces sus Leyes Orgánicas sobre Educación. En 1970, la LGE, en el 80, la LOECE, en el 85, la LODE, en el 92, la LOGSE, en el 95, la LOPEG, en 2003, la LOCE y en 2006, la LOE.
Estas leyes orgánicas vienen acompañadas, naturalmente, de cambios profundos en toda la legislación relacionada, así como en los planes de estudio, lo cual genera gran desconcierto no sólo en la comunidad educativa (profesores, alumnos…), sino también en el resto de la comunidad.
Podría parecer que, con las sucesivas reformas, lo que se persigue es una evolución cultural, un mejor acceso de la ciudadanía al conocimiento, o quizás un mejor cumplimiento del Artículo 26 de la Declaración de Derechos Humanos. Sin embargo, lo cierto es que las críticas a la actual legislación son muchas y bien fundadas, es decir, el sistema educativo español no gusta, no convence, y no parece mejorar.
El aprendizaje
Frente a esto, los principios en los que se basa el verdadero aprendizaje han pasado a un segundo plano. Apenas se atiende a pedagogos, psicólogos, antropólogos, sociólogos, filósofos, ni a los propios educadores, a la hora de establecer «mejoras» en los sistemas educativos. El criterio económico se impone, y pesan sobremanera las ideologías, haciendo imposible una conciliación entre los principios fundamentales de la educación y el supuesto desarrollo de esos principios.
El documental que hoy os traemos habla de todo ello. Está dirigido por German Doin, un joven argentino que comenzó a investigar sobre el tema, allá por 2009, para realizar un cortometraje, y terminó produciendo una película de dos horas y media: tal era el clamor de los educadores y el interés social por el objeto.
La película incluye entrevistas a profesionales de distintos países, España entre ellos, en un intento por cruzar voces diversas y armonizarlas. La diversidad en el discurso, a pesar de ello, no es tanta, porque todos los entrevistados parecen beber de las mismas teorías, de Piaget, Montessori, Dewey, etc. Es decir, que están -también ellos- alineados ideológicamente, en defensa de una «educación» a la que podríamos denominar «libertarista». No extraña esta reacción, en sistemas políticos que imponen un criterio economicista, con leyes sin consenso –ad hoc y de partido-, que no escuchan al ciudadano y que, en su desarrollo, contravienen principios fundamentales del Estado.
Alineado o no, conviene ver el documental, por aquello de dar pábulo a quienes no lo tienen.